Wednesday, November 12, 2014

Mi opinión sobre ateos y agnósticos

Por Gonzalo A. Luengo O.
Cuando usted me ve metido en misa, yendo a una parroquia o yendo a una peregrinación, no se confunda: yo no soy de esa iglesia criticada por los ateos. Los ateos critican, por ejemplo, que Dios permite el sufrimiento. Pues la Iglesia por siglos se ha ido simbolizando más y alejándose de Dios. Lo peor son iglesias supuestamente protestantes a la Católica que son más católicas-tradicionales que ninguna. Yo no soy un católico que le deje los problemas a Dios o que ve a Dios como alguien que dará un juicio y condenará a muchos. Yo no dejo en manos de ese él las cosas. Si yo veo a alguien sufrir, realmente soy consecuente con el espíritu y cumplo lo que he aceptado como la propuesta de vida de Jesús. Hace rato que no me esfuerzo por escuchar al espíritu, simplemente soy el espíritu. Antes, incluso hasta hace pocos años, yo mentía. Ahora ya ni digo mentiras, es que están totalmente en contra de mí. Decir la verdad es aceptarme y saber quién soy acá y así amar a otros. Lavar los pies de tu amigo no es ser humilde, es amar a tu amigo y estar con él en todas. Saber quién soy y haber aceptado libre y conscientemente a Jesús sin que me lo ofrecieran, hace que los ateos no sean una molestia para mí. Los ateos y agnósticos rechazan a esas iglesias falsas que le terminaron lavando los pies a sus miedos, a sus estatuas, a sus templos y tradiciones, negando la verdad humana y científica que el mismo Papa Francisco avala como camino para entender mejor la Biblia. Porque Jesús dice que amemos al prójimo como a uno mismo y en esa lógica, sufrimiento no debe haber, sino un poco de dolor que es cosa natural y material. Y están en todo derecho de ser ateos así, con cristianos que lo único que hacen es 'dejarle a Dios' que haga las cosas. Desconocen a Jesús. Desconocen la vida y le temen al ser humano que puede caerse, levantarse y ser él mismo.

Gonzalo A. Luengo O.